Proyectos de innovación para valorizar deyecciones ganaderas y hacer el sector vitivinícola más sostenible
El CT BETA de la UVic-UCC participa en tres proyectos de producción de biofertilizantes para viñedos, con el objetivo de revalorizar las deyecciones ganaderas y, a la vez, satisfacer la creciente demanda de fertilizantes orgánicos en el sector vitivinícola.
Hace años que se busca la forma de dar una salida a las deyecciones ganaderas en Catalunya, sobre todo en comarcas con un alto excedente, como la de Osona. Una forma es producir biofertilizantes que, a su vez, puedan ser útiles para el sector vitivinícola, pensando sobre todo en la zona del Penedès, que tiene una demanda creciente. Hasta ahora la fertilización de los viñedos ha sido principalmente química y ahora se promueve cada vez más la fertilización orgánica que permite que el sector sea mucho más sostenible. Por eso, están en marcha tres proyectos con la participación del CT BETA que tienen por objetivo cerrar el ciclo de carbono en este sector, y en los que se utilizan diferentes tecnologías para la producción de biofertilizantes.
Tres tecnologías
La tecnología que se ha aplicado principalmente en estos proyectos es el compostaje, que estabiliza la materia orgánica de las deyecciones para obtener un producto de alta calidad y libre de patógenos. También se han optimizado procesos de biosecado, que permite eliminar por acción principalmente biológica la humedad del residuo orgánico, y se obtiene un producto fertilizante de alta calidad, mejorando la gestión y el coste logístico de las deyecciones originales. Por último, la digestión anaerobia, el proceso en el que una comunidad bacteriana transforma la materia orgánica en biogás, que contiene CO2 y metano. De la fracción sólida orgánica del digerido resultante se hace pellet y la líquida pasa por un sistema de membranas, que produce un concentrado muy rico en nutrientes también utilizado para fertilizar.
Tres proyectos de innovación con empresas
Bioeconomía Circular, liderado por Juvé y Camps y coordinado por INNOVI, es el que utiliza las tres tecnologías anteriores; el compostaje, el biosecado y la digestión anaerobia. Se produjeron cinco tipos de biofertilizantes derivados de deyecciones ganaderas (porcino, ovino y vacuno) y se aplicaron en campo durante la campaña 2022-2023. A partir de las deyecciones porcinas se obtuvieron tres productos; un biosecado (purín seco) y un pellet de la fracción sólida, y un concentrado de la fracción líquida. Del ovino y el vacuno se produjeron dos fertilizantes orgánicos aptos para la agricultura ecológica; un producto semi-compuesto de ovino y un compuesto de vacuno.
El siguiente paso será evaluar los cambios en las propiedades físicas, químicas y de calidad del suelo hasta 90 cm de profundidad, así como el crecimiento de las hojas, la evolución de la uva, y su maduración y productividad durante dos ciclos de cultivo. También participan INCAVI, la Cooperativa Agraria de Torelló, Betara, Selección Deseuras, Granjas Terragrisa la ADV Sant Martí-Penedès Superior.
BiofertiPlus desarrolla fertilizantes a medida (TMF) mediante compostaje, destinados a cultivos de vid y manzana, basados en las características del suelo y las necesidades nutricionales de los cultivos, proporcionando nitrógeno, fósforo y potasio (NPK). Se optimiza un proceso de compostaje de residuos de una granja de vacas para producir compuesto de alta calidad, al que se añade un aditivo orgánico nitrogenado para crear dos TMF. Éstos se están probando en campos experimentales para evaluar su rendimiento agronómico y los beneficios sobre la calidad de la uva y la manzana, y también se está desarrollando un Análisis del Ciclo de Vida (ACV) para evaluar su sostenibilidad. Biofertiplus está liderado por la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña, y también cuenta con la participación de la Cooperativa Plana de Vic, Grans del Lluçanès, Covides y Girona Fruits.
También liderado por la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña y con la participación de Covides y Cevipe, el proyecto CoopVitiLoop busca cerrar el ciclo de carbono en el sector vitivinícola mediante la autogestión de los residuos de la vendimia (rapa y brisa) y de los lodos de depuradora en las bodegas, convirtiéndolas en biofertilizante a través del compostaje. Este compuesto maduro se compara con compuesto comercial para demostrar su calidad, con el objetivo final de destinarlo a los campos de la cooperativa, para devolver carbono y nutrientes al suelo y mejorar la sostenibilidad del sector. Además, el proyecto evalúa el impacto del compost en el crecimiento de dos variedades de vid (xarelo rosado y sauvignon blanc) y la salud del suelo, y estudia la liberación de carbono y nitrógeno para optimizar su captación por parte de las plantas.
Los tres proyectos se han financiado a través de la Operación 16.01.01 (Cooperación para la innovación) del Programa de desarrollo rural de Cataluña 2014-2022, y permiten avanzar hacia la economía circular mediante la revalorización de residuos y la promoción de un sector vitivinícola cada vez más sostenible. Por eso, según los resultados preliminares obtenidos, se espera mejorar la fertilización orgánica de los viñedos, para mejorar la salud del suelo y asegurar una productividad a largo plazo.