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Los agricultores del Mediterráneo convierten los suelos en aliados climáticos con Carbon Farming MED

La región mediterránea se calienta un 20 % más rápido que el promedio mundial, y las olas de calor y las sequías ejercen una presión considerable sobre la agricultura

El Mediterráneo se encuentra en la primera línea del cambio climático. Las temperaturas medias ya superan en aproximadamente 1,5 °C los niveles preindustriales, y la región se está calentando un 20 % más rápido que el promedio mundial . Las olas de calor más prolongadas, las sequías más severas, la degradación del suelo, la pérdida de biodiversidad y la creciente presión sobre las cosechas someten a la agricultura y a las comunidades rurales a una presión cada vez mayor.

“El sector agrícola es un sector único que no solo produce, sino que también tiene el potencial de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta doble función lo convierte en un actor clave en los esfuerzos de mitigación del cambio climático, especialmente cuando la tierra se gestiona de forma holística. Una forma eficaz de liberar este potencial es a través de la agricultura de carbono: un conjunto de prácticas que secuestran el CO₂ atmosférico en los suelos y la biomasa, a la vez que mejoran la salud del suelo, la biodiversidad y la retención de agua. También ofrece a los agricultores una oportunidad atractiva para obtener ingresos adicionales a través del mercado voluntario de carbono”, afirma Carlos Torres, coordinador del proyecto Carbon Farming MED , un proyecto cofinanciado por el Programa Interreg Euro-MED que trabaja para probar, promover y ampliar estas prácticas en todo el Mediterráneo.

La agricultura de carbono se basa en principios claros y ofrece resultados contundentes en la práctica: los suelos y paisajes saludables actúan como esponjas, almacenando el carbono de la atmósfera a la vez que mejoran la fertilidad y la resiliencia. Al adoptar prácticas climáticamente inteligentes, los agricultores pueden convertir sus tierras en parte de la solución, en lugar de ser el problema.

Lo que distingue a Carbon Farming MED es su capacidad para conectar la acción local con el cambio sistémico. Las granjas piloto funcionan como laboratorios vivos, muestran cómo funcionan las prácticas regenerativas sobre el terreno y generan evidencia directamente relevante para los responsables de la toma de decisiones. Esta evidencia, junto con los resultados de las investigaciones en curso, se traduce en orientación política. El proyecto ya ha publicado su primer informe de políticas, que destaca cómo la agroforestería, como método de cultivo de carbono, ofrece no solo almacenamiento de carbono, sino también beneficios para la biodiversidad y los ecosistemas. Estos resultados se logran en el contexto mediterráneo, donde el clima, los suelos y las tradiciones agrícolas locales contribuyen a amplificar el impacto de las prácticas de cultivo de carbono.

Para desarrollar los resultados de la investigación y convertirlos en resultados prácticos, el consorcio Carbon Farming MED diseña y construye una plataforma informática que servirá como centro neurálgico para el conocimiento y el intercambio. Su objetivo general es claro: crear un mercado mediterráneo de créditos de carbono mediante el establecimiento y la promoción de créditos derivados de prácticas agrícolas regenerativas. Este enfoque integrado garantiza que el impacto del proyecto se extienda desde la base de los agricultores hasta los niveles más altos de los marcos políticos y la innovación del mercado.

Según Carlos, la plataforma informática representa el siguiente paso para transformar el conocimiento en acción. “Su verdadera fortaleza reside en hacer que la agricultura de carbono sea accesible y gratificante. La plataforma permite gestionar datos de una o varias parcelas para calcular las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de actividades agrícolas —como el uso de combustible, la aplicación de fertilizantes y el funcionamiento de la maquinaria—. También permite saber el potencial de secuestro de carbono logrado mediante prácticas mejoradas. Esto ayuda a los agricultores estimar los créditos de carbono generados por cada proyecto y participar de forma más eficaz en el mercado voluntario de carbono”, explica.

La promesa de Carbon Farming MED no reside solo en su valor como solución climática, sino también en su potencial para generar beneficios financieros para los agricultores. Para que esto suceda, el conocimiento debe ser de fácil acceso y la plataforma clara y comprensible, de modo que la ambición se transforme en oportunidades reales en todo el Mediterráneo.