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La cooperación es clave para la preservación de la tortuga boba

El aumento de las temperaturas impulsa a estas tortugas a poner los huevos en costas más frías como las de España, Francia e Italia.

Ya hace unos diez años que la tortuga boba (Caretta caretta) busca anidar en playas más frías que las de Grecia, Turquía, Chipre e Israel en las que habitualmente hacía su puesta. Esta colonización se debe al aumento de la temperatura del agua por el cambio climático, que impide el nacimiento de machos y reduce la supervivencia de las crías. Por eso, estas tortugas ahora eligen playas del litoral español (como la costa Valenciana y Catalana) y del resto del Mediterráneo occidental, como las costas de Francia e Italia.

«Las tortugas son especies muy sensibles a los cambios ambientales. Su adaptación a nuevas zonas de nidificación nos alerta sobre la magnitud de los efectos del cambio climático», explica Irene Álvarez, investigadora del CT BETA de la Universidad de Vic – UCC. Este año, se han detectado 12 nidos en España, 10 en Francia y más de 500 en Italia. En Catalunya, se ha registrado uno en la playa de la Savinosa (Tarragona) de lo que nacieron unas 80 tortugas este agosto. Mientras que el pasado año en Catalunya se registraron 10 nidos, cifra récord desde que comenzó este fenómeno. «Para poder identificar el momento aproximado de la puesta realizamos un control de la temperatura de los 90 huevos que había debajo de la arena», explicó Elena Abella, investigadora del propio centro.

Por encargo del departamento de Territorio de la Generalidad de Cataluña la operativa de la gestión de los nidos fue coordinada por el CT BETA. Como siempre, una vez confirmada la presencia de un nido, se moviliza al Ayuntamiento, la fundación CRAM (Fundación para la Conservación y la Recuperación de Animales Marinos), miembros de IRBIO de la Universidad de Barcelona responsables de los estudios genéticos, Agentes Rurales, y las entidades ambientalistas que ayudan a buscar a personas voluntarias que se ocupan de vigilar y proteger las zonas de nidificación.

Este fenómeno ambiental no sólo implica la coordinación dentro de Cataluña, sino también a nivel nacional, e internacional con Francia e Italia, donde también están viviendo este proceso. Para dar respuesta a esto, en enero del pasado año se inició el proyecto Life Turtlenest, cofinanciado por la Unión Europea y coordinado en Italia, que también cuenta con la participación de la Universidad de Barcelona. Este proyecto tiene por objetivo crear una red internacional para proteger las zonas de nidificación de la tortuga Caretta, y mitigar el impacto humano en las costas y playas donde se producen las puestas. La iniciativa se desarrolla en las regiones ribereñas del mar Tirreno (Basilicata, Apulia, Campania, Sicilia, Cerdeña y Toscana), la región francesa de Camarga, la Costa Azul y Córcega, y las regiones españolas de Cataluña, Murcia, Andalucía, Baleares y Valencia.

El proyecto Life Turtlenest trabaja para mejorar las prácticas de protección de los lugares emergentes donde las tortugas nidifican, y perfeccionar la capacitación de gestores de playas. Se han iniciado campañas de concienciación para informar a los ciudadanos y las partes interesadas sobre la presencia de nidos de tortuga, y fomentar el apoyo a las políticas de protección de sus hábitats. También se trabaja para tener mayor conocimiento científico para entender la evolución del fenómeno, mediante la evaluación de cómo cambia el hábitat debido al clima actual y futuro, lo que permitirá tomar mejores decisiones de gestión.