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El proyecto LocAll4Flood se reúne en Vic para continuar trabajando en la mejora de la respuesta a las inundaciones repentinas

Las inundaciones causadas por ríos que generalmente tienen caudales bajos o intermitentes representan una gran amenaza en la región del Mediterráneo.

El consorcio del proyecto LocAll4Flood, coordinado por el Centro Tecnológico BETA de la UVic-UCC, se ha reunido esta semana en Vic para continuar con el desarrollo de un nuevo modelo de gobernanza integrado que mejore la gestión de las inundaciones repentinas en el Mediterráneo. Además del CT BETA, este proyecto financiado por el programa Interreg Euro-Med cuenta con la participación de otras entidades como la Eurorregión Pirineos-Mediterráneo, la Universidad de las Islas Baleares, la Agencia de la Energía y el Agua de Malta, la Asociación para la Investigación y el Desarrollo del Mar Negro y el Danubio de Bulgaria, el Consejo Nacional de Investigación de Italia, la Universidad Aristóteles de Tesalónica y la empresa catalana HYDS.

Las inundaciones causadas por ríos que generalmente tienen caudales bajos o intermitentes representan una gran amenaza en la región del Mediterráneo. El cambio climático agrava esta situación, resaltando la necesidad de mejorar las medidas de prevención, adaptación y mitigación, especialmente en las áreas de cuencas pequeñas e islas.

Tras la reunión de lanzamiento del pasado enero, el grupo ya ha empezado a definir las acciones que se llevarán a cabo en los territorios piloto, entre los que destaca el área de Vic y Gurb, donde se utilizarán sensores para monitorizar los torrentes que han causado inundaciones y se modelizarán distintos escenarios. Además, se estudiarán posibles acciones de adaptación y mitigación en todos los niveles para una futura planificación territorial, con el objetivo de compartir este conocimiento con los ayuntamientos de Vic y Gurb y otros agentes del territorio.

El nuevo modelo de gobernanza de LocAll4Flood será integral e involucrará a todas las partes interesadas, desde la base hasta la parte más alta. Este modelo se pondrá a prueba en nueve territorios piloto de seis regiones vulnerables al problema.

Este proyecto surge en parte de una iniciativa anterior financiada por Agua de la Eurorregión, que ya propuso soluciones sostenibles para mejorar la respuesta a las inundaciones repentinas. Una parte importante de estas soluciones se basa en la naturaleza, un ámbito en el que el CT BETA ha estado especialmente activo en los últimos años.