El CT BETA incorpora un fotobioreactor para investigar con microalgas
En el contexto del proyecto SEMPRE-BIO, el CT BETA evalúa diferentes opciones para valorizar el CO2 como subproducto del biogás, mediante la producción de proteína alternativa a partir del cultivo de microalgas en un fotobioreactor.
El proyecto SEMPRE-BIO evalúa tecnologías novedosas y rentables de producción de biometano, un gas combustible que se obtiene a partir del biogás. El biogás se compone principalmente de metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2). El CT BETA investiga cómo valorizar el CO2 recuperado a partir del biogás, por eso el equipo de la Dra. Lídia Paredes trabaja en diferentes estrategias para su valorización dentro del proyecto. Una de las líneas en las que investigan es demostrar la viabilidad técnica de producción de microalgas cultivadas en un fotobioreactor como fuente de proteína alternativa. El objetivo es obtener microalgas con un alto porcentaje de proteína y un perfil de aminoácidos que permita su uso para la producción de pienso y contribuir así a la economía circular.
Para el crecimiento de estas microalgas también se usa un digestato como fuente de nutrientes (nitrógeno y fósforo). Hablamos de un subproducto líquido obtenido durante el tratamiento de residuos orgánicos mediante digestión anaerobia (en ausencia de oxígeno). El digestato es considerado un fertilizante orgánico, al tener como principal función el aporte de nutrientes a cultivos. En zonas declaradas como vulnerables a nitratos es importante buscar opciones para el tratamiento de este subproducto
En el laboratorio
Los trabajos de investigación se iniciaron en el laboratorio, a escala pequeña (0,5 litros) hasta 60 litros. Se realizaron diferentes experimentos con tres cepas diferentes de microalgas (Parachlorella kessleri, Tetradesmus obliquus y Chlorella vulgaris) y tres tipos de digestato. Las microalgas se separan del agua tratada mediante centrifugación y se analiza el porcentaje de proteína y el perfil de aminoácidos de la biomasa de microalgas obtenida.
En el fotobioreactor
Después de los estudios en el laboratorio el proceso se ha escalado a un fotobioreactor implementado a escala piloto en las instalaciones del CT BETA. Se trata de un equipo de 600 litros de volumen útil, de configuración tubular y de vidrio transparente para favorecer la captación de luz y el crecimiento de las microalgas.
“El paso siguiente será usar el digestato como medio de cultivo y evaluar la producción de microalgas y su contenido en proteína y perfil de aminoácidos. Finalmente se determinará si la biomasa obtenida puede ser un producto de valor para las empresas que producen piensos”, comenta la Dra. Paredes.
“Además, se reduciría el alto impacto ambiental asociado a la importación de soja como materia prima para producir el pienso, proveniente principalmente de Sudamérica y Asia”, añade.
La incorporación de este tipo de equipos impulsa la investigación y el avance hacia una economía circular, que permita revalorizar residuos y subproductos, y reduzca de este modo el impacto ambiental.