El CT BETA elabora una guía para promover el desarrollo sostenible del biogás y el biometano en Cataluña

Uno de los resultados del proyecto Biogàs Impulsa’t, promovido conjuntamente entre el Clúster de la Bioenergía de Cataluña, el Centro Tecnológico BETA de la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC) y la empresa Envolta Energia, ha sido l elaboración de la Guía para el desarrollo sostenible del biogás y el biometano en Cataluña. Se trata de un documento que va acompañado de un vídeo divulgativo en el que se muestran casos de éxito en la creación de nuevas plantas de biogás en Cataluña, tanto para el sector ganadero como para las empresas de gestión de residuos.

La guía, dirigida al público en general, consta de seis capítulos. En ellos se explica con detalle qué es el biogás, el sector del biogás en Europa, la situación actual del biogás, casos de éxito a partir de plantas de biogás «ejemplares» de Cataluña, países pioneros en el impulso del biogás y retos del biogás en Cataluña. Para Ricard Carreras, responsable de Proyectos Territoriales del CT BETA, «hay mucho interés por hacer proyectos de biogás en Cataluña, pero todavía hay que seguir explicando muy bien qué se puede hacer y cómo».

La Guía para el desarrollo sostenible del biogás y el biometano en Cataluña se presentó públicamente en la segunda edición del Fórum del Biogás de Cataluña, que tuvo lugar el 28 de septiembre en Granollers. En ese evento, representantes del CT BETA dieron a conocer esta guía coincidiendo con la presentación de los resultados del proyecto Biogàs Impulsa’t.

El futuro de las plantas de biogás en Cataluña

El panorama geopolítico actual y la inestabilidad de los precios de los combustibles fósiles han hecho aflorar en toda Europa la necesidad de descarbonizar el sector energético. En este sentido, desde el Departamento de Acción Climática de la Generalidad de Cataluña se marcó el objetivo de crear 90 nuevas plantas de biogás en Cataluña antes de 2030, que se sumarían a las 68 que ya existen en la actualidad. Por lo que se refiere a las instalaciones actuales, la mayoría se encuentran en depuradoras, otras se han diseñado para valorizar deyecciones ganaderas y una parte más pequeña se encuentran en plantas de tratamiento de residuos urbanos. Con este aumento se prevé que en 2030 la producción de biogás en Cataluña pueda alcanzar los 3,3 TWh anuales, el equivalente al 13% del actual consumo de gas natural.

El biogás puede utilizarse como combustible para vehículos, inyectarlo en la red de gas natural, y usarlo como generador de electricidad y calor. Aparte de la misma producción de biogás, uno de los arrecifes que quedan por resolver es la conexión con las redes de distribución de gas natural, a partir de la transformación en biometano. En ese momento, sólo 5 de las 68 instalaciones actuales están conectadas de esta forma.

Una oportunidad para valorizar los residuos orgánicos

En territorios como Osona, con una importante actividad ganadera y cárnica, las plantas de biogás centralizadas se perfilan como una de las estrategias colectivas más viables para afrontar el elevado excedente de deyecciones ganaderas y residuos orgánicos que generan. Se estima que en Osona sólo el 50% de las deyecciones ganaderas se pueden aplicar como fertilizante orgánico en los campos de cultivo, por lo que es necesario encontrar otras vías de gestión, tratamiento y valorización.

Ante esta realidad, el pasado abril investigadores del CT BETA ya expusieron los resultados de un informe en el que se identificaban y cuantificaban los tipos de residuos y subproductos orgánicos que se generan en Osona, y que potencialmente podrían ser valorizados en plantas de biogás, así como el modelo de diseño tecnológico de planta más apropiado para su realidad. En este sentido, no sólo se trata de deyecciones ganaderas sino también de residuos cárnicos, fangos de depuradora, suero del sector lácteo o residuos orgánicos municipales, entre otros.

Acelerar la implementación de forma sostenible

En el contexto actual, el biogás puede aportar beneficios ambientales, como la descarbonización y la reducción de gases de efecto invernadero. También puede suponer beneficios económicos, gracias a las nuevas cadenas de valor basadas en la bioeconomía, y una serie de beneficios sociales, como la creación de puestos de trabajo y el incremento de la soberanía energética.

Pese a su gran potencial, Cataluña se encuentra por detrás de países europeos como Francia, Italia, Alemania o Dinamarca en producción de biogás. Sin embargo, para desplegar este potencial todavía hace falta hacer frente a un conjunto de retos políticos, legales y administrativos, pero también sectoriales y territoriales, así como sociales y de investigación. Para ayudar a resolver este gran reto, los tres socios del proyecto Biogàs Impulsa’t, esperan que tanto la nueva guía y el vídeo como las actividades de difusión que se realicen en todo el territorio ayuden a superar algunas de estas barreras y acercar posiciones entre los distintos agentes.