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Los biofertilizantes obtenidos a partir de deyecciones ganaderas pueden competir con los fertilizantes convencionales y tienen menor impacto ambiental

La presentación de los resultados del FERTIMANURE en Cataluña se ha realizado en el marco de la jornada PRO-FEM, un evento de referencia para el sector ganadero en Cataluña

Los productos biofertilizantes que se han obtenido en las biorefinerías del proyecto europeo FERTIMANURE, coordinado por el Centro Tecnológico BETA de la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), han mostrado un rendimiento agronómico equivalente al de los productos fertilizantes convencionales, y unos impactos ambientales similares y, en algunos casos, incluso menores. En cuanto al usuario final, el proyecto ha detectado que los agricultores se muestran predispuestos a utilizar preferentemente este tipo de productos, y que los factores que más pueden afectar a su decisión son la seguridad y el precio de los nuevos productos.

También se ha identificado que uno de los factores que puede ayudar a que los biofertilizantes obtenidos a partir de deyecciones ganaderas sean más competitivos en el mercado de fertilizantes es incorporar, como parte del mismo proceso, algunas tecnologías de recuperación de energía, como ahora la digestión anaerobia (para producir biogás). Además, desde FERTIMANURE se ha trabajado para demostrar que algunos de los biofertilizantes recuperados pueden ser atractivos para el sector de la agricultura ecológica. Por eso, se han generado documentos con recomendaciones, que se compartirán con la Comisión Europea, el Gobierno catalán y el Gobierno español.

Los resultados de este proyecto son de gran interés en el ámbito catalán, pero también a nivel europeo, ya que inciden directamente en uno de los principales retos de gestión de la actividad ganadera. La ganadería es la actividad económica que hace un mayor uso del suelo en Europa, sea de forma directa o indirecta: en conjunto, las explotaciones ganaderas pueden generar hasta 1.400 toneladas de deyecciones cada año, de las cuales sólo una fracción muy pequeña s acaba procesando y el resto es aplicado al suelo agrícola como fertilizante, provocando así un fuerte impacto ambiental.

Para ayudar a revertir esta situación, la Comisión Europea apuesta por proyectos como el FERTIMANURE, que ayuden a desarrollar, evaluar y validar estrategias innovadoras para gestionar parte de estas deyecciones y recuperar nutrientes minerales, a fin de producir fertilizantes fiables, seguros y competitivos en el mercado.

Dieciocho productos biofertilizantes obtenidos en cinco biorefinerías

FERTIMANURE es un proyecto de referencia en Europa en el ámbito de la valorización de las deyecciones ganaderas en forma de biofertilizantes, es decir, productos fertilizantes obtenidos a partir de nutrientes recuperados de materiales de origen biológico.
El objetivo principal del consorcio de FERTIMANURE, formado por veinte socios europeos y también de Argentina y Chile, ha sido proponer nuevas estrategias tecnológicas para la gestión sostenible de las deyecciones, teniendo en cuenta la seguridad y el rendimiento de los productos recuperados; la sostenibilidad ambiental, económica y social del proceso, y los modelos de negocio que pueden originarse. En Cataluña, también han formado parte del proyecto el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalidad, la Cooperativa la Plana de Vic y el Centro Tecnológico LEITAT.

El proyecto FERTIMANURE ha evaluado el funcionamiento a escala real de cinco biorefinerías en territorios de Europa con alta concentración ganadera. Cada una de estas instalaciones ha planteado una combinación de tecnologías diseñada para valorizar en origen las deyecciones ganaderas más habituales en Europa (purines de cerdo, estiércol de vaca y gallinaza), con el fin de obtener biofertilizantes. Concretamente, ha recuperado dieciocho productos distintos, algunos ricos en nitrógeno, otros más ricos en fósforo, productos con alto contenido de carbono orgánico y bioestimulantes.

En Cataluña, el proyecto ha contado con una biorefinería en la explotación de Cal Ros, en Muntanyola (Osona), diseñada para tratar purín porcino. En este caso, la biorefinería incluía una unidad de separación sólido-líquido y dos trenes de tratamiento diferenciados, biosecado y un proceso térmico para la fracción sólida, y contactores de membrana, ósmosis inversa, crioconcentración y reactores de microalgas para la fracción líquida . En paralelo, sin embargo, también se han realizado pruebas de valorización de gallinaza.